El pasado 28 de enero se dio cuenta al pleno (minutos 10:43 y 14:24) de un crédito adicional de 190.000 euros para hacer frente a un expediente de responsabilidad patrimonial (punto 388) por parte del Ayuntamiento de 219.000 euros.
En octubre se cerró sin castigo un expediente municipal contra un trabajador municipal.
Estos dos hechos, que pueden parecer independientes, estás íntimamente relacionados y tras de ellos se encuentra lo que parece una historia de ajustes de cuentas y enfrentamientos entre concejales del PNV. Es un poco larga, pero os la cuento (También podéis verlo aquí, a partir de 7:29:00).
En todo caso debe quedar claro que ni trabajadores municipales ni empresa actúan por su cuenta y riesgo, los responsables políticos eran conocedores de la situación y soluciones adoptadas en todo momento, es más, las aprobaron.
El comienzo de la historia
Tardo tanto en construirse Muxikebarri, también conocido como Getxo Antzokia, que cuando llego el momento de instalar algunos equipamientos contratados ya se habían quedado obsoletos. Esto es lo que ocurrió con el equipamiento de cine.
El contrato referente a diferentes equipamientos estaba adjudicado y en el uno de los lotes se correspondía con el cine. Se iba a instalar tecnología 2k en una sala y proyectores en otras dos.
El 31 de agosto de 2017 el entonces presidente del Aula de Cultura de Getxo, portavoz del PNV y teniente alcalde solicita al departamento que está ejecutando la obra de Muxikebarri, que el equipamiento de cine que se instale debe ser adecuado para poder ofrecer cine comercial. En lugar de tecnología 2k y proyectores finalmente se instaló tecnología 4k en una sala y 2k en las otras dos.
El trabajador municipal implicado directamente en la obra lo pone en conocimiento de su responsable (este responsable será el trabajador expedientado) y estos lo ponen en conocimiento de su responsable político, responsable del área de Urbanismo y también teniente alcalde del PNV.
Recaban el asesoramiento de expertos y llegan a la conclusión de que la instalación del equipamiento recogido en el contrato era un sinsentido, ya que no iba a posibilitar ofrecer cine de calidad y en consecuencia debería realizarse otra obra para instalar un equipamiento adecuado.
Tanto el alcalde, que felicita y agradece la labor de las personas que tratan de corregir la situación, como los trabajadores y los dos tenientes de alcalde mencionados hasta ahora insisten en que este problema no puede suponer un retraso en la apertura de Muxikebarri. Se menciona la presión social y política, pero es evidente que las próximas elecciones están ahí.
Comienzan los problemas
Se barajan diferentes opciones, entre ellas una inversión adicional para instalar tecnología moderna y no una tecnología obsoleta. Sin embargo, las soluciones propuestas no cuentan con el apoyo del entonces concejal de hacienda y personal, también del PNV, y se llegan a producir reuniones con tonos elevados de voz. Por otro lado, la lentitud de los procesos administrativos hace peligrar la apertura de Muxikebarri a tiempo. Este 21 de enero de 2021 (a partir de 7:55:00) el entonces concejal de hacienda y personal, y hoy teniente alcalde, portavoz del PNV y concejal de hacienda y personal, dijo primero no estar al tanto de estas circunstancias, sin embargo, posteriormente corrigió y dijo que tal vez algo sabía. Un email del 27 de junio de 2018 demuestra que era conocedor del problema que se trataba de corregir y de las dificultades del proceso.
La solución adoptada
Finalmente, y ante la falta de apoyo de hacienda; la constatación de que no existía reserva de crédito para afrontar una modificación; la lentitud de los procesos administrativos y las dudas de intervención; los trabajadores municipales responsables del contrato encuentran una solución: empresa adjudicataria del lote de cine propuso una serie de mejoras que al ser aceptadas se incorporan al contrato y, por lo tanto, forman parte del mismo. La propuesta del Ayuntamiento, y que la empresa acepta, es renunciar a las mejoras propuestas por la empresa y que a cambio de la empresa instale el equipamiento de tecnología moderna y no el obsoleto. Esta propuesta cuenta con el apoyo de los responsables políticos, y son conocedores de ella. La propuesta se detalla en un acta firmada en fecha 19 de noviembre de 2018.
Por aquellas fechas, y ante la proximidad de las elecciones y la inauguración de Muxikebarri, se celebraban reuniones en alcaldía con presencia de distintos departamentos en las que se hacía un seguimiento de las obras. Las financiaciones pendientes se reflejaban en un excel. En dicho excel estuvo reflejada la necesidad de financiación del nuevo equipamiento de cine hasta la firma del acta, ya que la solución pactada no necesitaba de financiación adicional.
Las elecciones cambian los equilibrios de poder
En mayo de 2019 se celebran elecciones y el alcalde pasa a ser la alcaldesa, el presidente del aula de cultura abandona el ayuntamiento y en su lugar es nombrada una presidenta, (concejala de Turismo en la legislatura anterior y cercana al concejal de Hacienda y Personal). El concejal de Hacienda y Personal de 2015 a 2019 pasa a ser el hombre fuerte del equipo de gobierno y del PNV, siendo además de concejal de hacienda, teniente alcalde y portavoz del PNV.
El desquite
El que fuera concejal de urbanismo y responsable de edificios municipales es “relegado” al servicio urbano medioambiental y calidad ambiental dependiente del área de Infraestructuras, Obras y Servicios y Medioambiente.
En julio del 2019, y mientras el trabajador responsable de la construcción de Muxikebarri y edificios municipales está de baja se le quita la autorización de firma y las responsabilidades que había adquirido. Tras negarse a las condiciones que el nuevo equipo de gobierno quiere imponer se le envía a su puesto de trabajo original, en disciplina urbanística.
En enero de 2020, y ante las preguntas de la oposición (qué se interesa por la situación del cine comercial), el equipo de gobierno anuncia que se ha abierto un expediente disciplinario a un trabajador porque el equipamiento de cine no es el contratado. Yo, y casi todos interpretamos, por la forma de decirlo, que se había instalado un equipamiento inferior y que alguien había sacado provecho. La realidad es muy distinta. Esto se anuncia en nota de prensa el 31 de enero, (actualmente esta nota de prensa ha sido eliminada de la web municipal, y la nota de prensa más antigua que se recoge es del 11 de mayo de 2020). El equipamiento instalado es superior al contratado y el coste nulo.
El 23 de septiembre de 2020 se resuelve el expediente sancionador que afirma que el trabajador ha cometido una falta leve que ya ha prescrito, por lo que no procede sanción. El concejal responsable de Personal y Hacienda da cuenta del cierre del expediente sin consecuencias y se ampara en que afecta a una persona para no dar cuenta del contenido del expediente. No se emite nota de prensa al respecto.
Cuando acudimos a conocer el expediente nos encontramos con esta historia. Leyendo este expediente disciplinario comprobamos que en este proceso están al tanto e intervienen en uno u otro momento por lo menos, un alcalde, dos tenientes de alcalde y el concejal de hacienda y personal, todos ellos del PNV, así como trabajadores y trabajadoras municipales con responsabilidad en las áreas de Edificios Municipales, Intervención, Contratación y 4 trabajadores y trabajadoras del Aula de Cultura de Getxo, pertenecientes a la dirección de la misma o muy cercanos.
En palabras del teniente alcalde del PNV, portavoz del PNV y concejal de Hacienda el expediente se inicia a raíz de un informe del Aula de Cultura de Getxo en el que se notifica que no se dispone del equipamiento de cine contratado. El Aula de Cultura, en ese momento y hoy, está presidida por una concejala del PNV, teniente de alcalde en la localidad (y, como ya hemos señalado, persona cercana al concejal de Hacienda y Personal). Por otro lado, la dirección del Aula de Cultura, como lo demuestran sus preguntas de finales de 2018 vía email (preguntan que equipamiento de cine iba a instalarse finalmente), está al tanto del problema que se quiere solucionar.
En este tiempo, el nuevo equipo de gobierno se desdice del acuerdo (a partir de 7:23:10) que avaló en 2018 y obliga a la empresa contratista a instalar las mejoras recogidas en el contrato, y que había pactado no instalar a cambio del equipamiento tecnológicamente correcto, así como el equipamiento obsoleto.
También en este tiempo la dirección del Aula de Cultura de Getxo interrumpe el proceso de contratación del servicio de cine comercial cuando estaba prácticamente finalizado. Tampoco se emite nota de prensa sobre este particular, si bien la nota del 31 de enero se reafirmaba en la apuesta del Ayuntamiento por el cine.
El resultado
Muxikebarri tiene un equipamiento de cine duplicado, uno obsoleto y otro tecnológicamente correcto, ambos infrautilizados.
No hay cine comercial en Muxikebarri.
El Ayuntamiento ha incumplido un acuerdo firmado con una empresa y se ha visto obligado a abonar un equipamiento que no quería abonar.
Se ha interferido en la vida laboral de un trabajador durante 6 meses, y se han arrojado sospechas sobre su honorabilidad.
Las preguntas
¿No le extrañó al concejal de hacienda y personal observar en octubre o noviembre de 2018 que una necesidad de financiación de más de 300.000 euros desparecía del excell que manejaban en las reuniones de seguimiento de Muxikebarri?
Si la solución adoptada era tan grave como para abrir un expediente sancionador ¿por qué el concejal de hacienda y personal no insto el expediente sancionador a finales del 2018 (la solución se adopta en octubre) y espera a enero de 2020?
¿Por qué la dirección del Aula de Cultura emite un informe preguntando por donde se encuentra el equipamiento reflejado en el contrato cuando era conocedora del proceso anterior?
¿Habiendo tantas personas conocedoras e intervinientes en el proceso, tanto políticos como trabajadores municipales, por qué se actúa solo contra uno?
¿Por qué en el expediente de responsabilidad patrimonial vuelven a aparecer los nombres y apellidos de los trabajadores municipales y no de sus responsables políticos?
Nota.
Es de reconocer que tanto el trabajador como su responsable político han reconocido que tal vez lo hecho no fuese administrativa y formalmente correcto, pero desde luego no cabe en cabeza alguna la instalación de un equipamiento obsoleto solo porque lo pone un papel. Están convencidos de que actuaron por el bien del ayuntamiento, al contrario que otros no se desdicen de sus palabras ni de sus actos. Además, subrayan que actuaciones similares se han producido en este ayuntamiento dado que los contratos de obras pueden tener muchos imprevistos y el procedimiento de modificación de contratos es demasiado rígido. Entiendo que actuar condicionado por las elecciones es algo políticamente criticable.
Debe quedar absolutamente claro que ni los trabajadores municipales, ni la empresa actúan por cuenta y riesgo. Todo se hace con conocimiento y aprobación de los responsables políticos.